Mundos punitivos y de recompensa:



Como una gota fui de la marea, la playa me hizo grano de la arena. Fui punto en multitud por donde fui, nadie me detectó y así aprendí.
Cuando creí colmada la tarea, volví mi corazón a Casiopea. Cumplí celosamente nuestro plan, por un millón de años esperar.
Hoy llevo el doble dando coordenadas, pero nadie contesta mi llamada. ¿Qué puede haber pasado a mi señal?. ¿Será que me he quedado sin hogar?.
Hoy sobrevivo apenas a mi suerte, lejano de mi estrella y de mi gente. El trance me ha mostrado otra lección, el mundo propio siempre es el mejor. Me voy debilitando lentamente. Quizás ya no sea yo cuando me encuentren.
Casiopea - Silvio Rodríguez (Video: "clic" aqui)




“Escribo en el exilio desde un Planeta remoto y oscuro llamado tierra al que me ha enviado la Jerarquía por haber querido violar la Zona Prohibida del Universo.
He vivido ya once vidas terrestres y no he podido retornar a mi lugar de origen.
Algo en el enfoque magnificente de la Divinidad estimuló un misterio que ninguna lección o sufrimiento han podido develar y eso me mantiene prisionero en este lugar extraño y distante regido por leyes que no coinciden con mi naturaleza celestial.
Escribo como un intento más de compartir porque eso es lo que he aprendido a hacer. Escribo porque recuerdo y el recordar sin manifestarlo me ahoga.
He aprendido a sobrevivir a pesar de todos los intentos de los habitantes de este Planeta para moldearme a su estilo de vida. He conocido grandes sabios que han sido mis maestros y el misterio de lo que esconde la mujer terrícola me ha fascinado a través de todas mis vidas.
Me he vuelto conocido entre los habitantes del Planeta en diferentes épocas. Aparecí en la Biblia como Andrés, en los Yoga Sutras de Patanjali, en los escándalos de las Cortes Francesas del siglo XV y entre los grandes Cabalistas de Safed.
He decidido retornar a mi Planeta de origen, cuésteme lo que me cueste, y este escrito es un intento por sanear mi memoria y entender mi propio desarrollo. Confío que a través de su elaboración encuentre la llave perdida: el secreto procedimiento que ha de liberarme de esta cárcel planetaria y de sus habitantes.
Pero no se interpreten mal mis palabras en el sentido de ausencia de cariño. Estoy profundamente agradecido con este Planeta porque en él he vivido experiencias que en ninguna otra porción del Universo se viven. Aquí he encontrado seres de todos los rumbos y con todas las tendencias. La mayor parte de ellos en el olvido de si mismos pero otros con la cabeza en alto recordándose. Las humillaciones me han exaltado después de sumirme en la desesperación y poco a poco he ido retornando al amor hacia mi mismo. Encuentro que incluyo a todas mis vivencias y nada puede definirme. Fluyo en cambio hasta que vuelvo a encontrar algo no resuelto y en el me quedo y retorno hasta que lo considero mío. En esta expansión comienzo a reconocerme en el Todo y cada vez mi existencia separada desaparece para dar lugar a alguien más cercano a mi mismo. Pero este mi mismo no es un anhelo ni tampoco un pensamiento. Se asemeja mas a un sentimiento que incluye todos los Estados, todas las emociones y aún los dolores que experimento. De todo ello estoy agradecido a esta Correccional de los exiliados del Universo.
A no dudarlo, en ocasiones he sido aquí muy feliz y casi he decidido quedarme, pero tengo un llamado y no puedo dejar de oírlo.
¿Si he aprendido lo necesario y si ya es mi tiempo? Eso quizás también yo lo decido pero se que no estoy solo y que el Padre Amorosísimo existe. A Él me remito y que solo Él me juzgue.
“La fuerza vital del cielo anterior”: Jacobo Grinberg -Z; Introducción



Prisioneros, somos sus carceleros. Todas nuestras explicaciones son llaves de calabozo. Somos los guardianes invisibles de las estrellas. ...
Queremos liberarlos; no podemos. Al final de todas nuestras explicaciones, aun de la más profunda, hay una pared. El infinito para nosotros, como para ustedes, es un callejón sin salida. Todo lo que podemos hacer es darles un cambio de celda, darles un poco más de luz y aire. podemos agrandar su claraboya, pero no podemos derribar la pared. Una ventana presupone una prisión. Nosotros somos sus ventanas. Somos al mismo tiempo haz de luz y barrote ., Proyectamos sombras debido a que vertemos luz. No olvides que el sol es el único que produce sombras, es decir reflejos . ¿Sombras de quien? De Dios. ¿Reflejos de quién? de Dios. Aquí está la diferencia entre los mundos punitivos y los mundos de recompensa: en los mundos punitivos, Dios se ve a si mismo en negro; en los mundos de recompensa, Dios se ve a si mismo con la claridad del cristal. Solo los paraísos reflejan la invisibilidad
“Conversaciones con la eternidad”: Víctor Hugo; pp. 92-93

Conocer su crimen no es conocer su castigo. Por castigo quiero decir esperanza de liberación. Por castigo quiero decir certeza de perdón. Por castigo quiero decir ascensión.
“Conversaciones con la eternidad”: Víctor Hugo; p. 103

... en el tener dudas es donde se encuentra el castigo. Para el hombre, conocer su error sería conocer a su juez, conocer a Dios. Y la certeza de la existencia de Dios crearía el paraíso en la Tierra ... A fin de castigar, la justicia divina se pone una máscara. El castigo consiste en ver solo la máscara del juez. La recompensa es ver la cara de Dios.
“Conversaciones con la eternidad”: Víctor Hugo; p. 39

“¡Oh viviente!, aquí está mi consejo para ti: tu obra del alma debe ser tu viaje del alma; no debes profetizar; debes predecir, debes dibujar predicciones en el cielo estrellado, trazar tu itinerario allí, designar con tu dedo tus posadas y enganchar los caballos de relevo del amor a tus pensamientos y, viajero invisible, marcar con anticipación los pasos desconocidos en la gran ruta de precipicios que conduce al hotel salvaje de lo incomprensible; gobernador de la inmensidad, debes decir en esas páginas cuales son los planetas que te esperan y hablar de sus civilizaciones, y de su luz y sombra de sus espinas y de sus flores, de su lugar en el horror o de su caminar en la alegría, de sus lamentos o de sus himnos y, desde las profundidades de tu sepultura el mundo debe oírte ... ”
“Conversaciones con la eternidad”: Víctor Hugo; p. 156

... los cielos se parecen a la Tierra; tiene lugar allí un rescate continuo de estrellas por estrellas. Existen grandes estrellas del mismo modo que hay grandes hombres.
... el castigo está en proporción directa a la distancia al Sol.



En los planetas punitivos hay hombres, bestias, planetas y piedras que contribuyen a la liberación del mundo, del mismo modo que, en los mundos de recompensa, hay soles que contribuyen a liberar a los mundos punitivos.
“Conversaciones con la eternidad”: Víctor Hugo; p. 160

“4. No olvides que el único propósito de este mundo es sanar al Hijo de Dios. 2Ese es el único propósito que el Espíritu Santo ve en él, y, por lo tanto, es el único que tiene. 3Hasta que no veas la curación del Hijo como lo único que deseas que tanto este mundo como el tiempo y todas las apariencias lleven a cabo, no conocerás al Padre, ni te conocerás a ti mismo. 4Pues usarás al mundo para un propósito distinto del que tiene, y no te podrás librar de sus leyes de violencia y de muerte. 5Sin embargo, se te ha concedido estar más allá de sus leyes desde cualquier punto de vista, en todo sentido y, en toda circunstancia, en toda tentación de percibir lo que no está ahí y en toda creencia de que el Hijo de Dios puede experimentar dolor por verse a sí mismo como no es.
5. Mira a tu hermano y ve en él lo opuesto a las leyes que parecen regir este mundo. 2Ve en su libertad la tuya propia, pues así es. 3No dejes que su deseo de ser especial nuble la verdad que mora en él, pues no te podrás escapar de ninguna ley de muerte a la que lo condenes. 4Y un solo pecado que veas en él será suficiente para manteneros a ambos en el infierno. 5Mas su perfecta impecabilidad* os liberará a ambos, pues la santidad es totalmente imparcial y sólo emite un juicio con respecto a todo lo que contempla. 6Y ese juicio no lo emite sola, sino a través de la Voz que habla por Dios en todo aquello que vive y que comparte Su Ser.
6. Su impecabilidad es lo que los ojos que ven pueden contemplar. 2Su hermosura, lo que ven en todo. 3Y es a Él a Quien buscan por todas partes, y no hay panorama, tiempo o lugar donde Él no esté. 4En la santidad de tu hermano -el marco perfecto para tu salvación y para la salvación del mundo- se encuentra el radiante recuerdo de Aquel en Quien tu hermano vive y en Quien tú vives junto con él. 5No te dejes cegar por el velo del deseo de ser especial que oculta la faz de Cristo de los ojos de tu hermano, así como de los tuyos. 6No permitas tampoco que el temor a Dios te siga privando de la visión que Dios dispuso que tuvieses. 7El cuerpo de tu hermano no te muestra a Cristo. 8A Él sólo se le puede ver dentro del marco de su santidad.”
UN CURSO DE MILAGROS (LIBRO DE TEXTO):
Capítulo 24 EL DESEO DE SER ESPECIAL; VI. Cómo escaparse del miedo.(Fragmento)

1. Este mundo en el que pareces vivir no es tu hogar. 2Y en algún recodo de tu mente sabes que esto es verdad. 3El recuerdo de tu hogar sigue rondándote, como si hubiera un lugar que te llamase a regresar, si bien no reconoces la voz, ni lo que ésta te recuerda. 4No obstante, sigues sintiéndote como un extraño aquí, proce­dente de algún lugar desconocido. 5No es algo tan concreto que puedas decir con certeza que eres un exilado aquí. 6Es más bien un sentimiento persistente, no más que una leve punzada a veces, que en otras ocasiones apenas recuerdas, algo que descartas sin ningún miramiento, pero que sin duda ha de volver a rondarte otra vez.
2. No hay nadie que no sepa de qué estamos hablando. 2Sin embargo, hay quienes tratan de ahogar su sufrimiento entrete­niéndose en juegos para pasar el tiempo y no sentir su tristeza: 3Otros prefieren negar que están tristes, y no reconocen en abso­luto que se están tragando las lágrimas. 4Hay quienes afirman incluso que esto de lo que estamos hablando son ilusiones y que no se debe considerar más que como un sueño. 5Sin embargo, ¿quién podría honestamente afirmar, sin ponerse a la defensiva o engañarse a sí mismo, que no sabe de lo que estamos hablando?

3. Hoy hablamos en nombre de todo aquel que vaga por este mundo, pues en él no está en su hogar. 2Camina a la deriva enfras­cado en una búsqueda interminable, buscando en la oscuridad lo que no puede hallar, y sin reconocer qué es lo que anda buscando. 3Construye miles de casas, pero ninguna de ellas satisface a su desasosegada mente. 4No se da cuenta de que las construye en vano. 5El hogar que anda buscando, él no lo puede construir. 6El Cielo no tiene sustituto. 7Lo único que él jamás construyó fue un infierno.

UN CURSO DE MILAGROS (LIBRO DE EJERCICIOS):
Lección 182: Permaneceré muy quedo por un instante e iré a mi hogar.(Fragmento)