Materialismo:

Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.


“... Los mismos blancos, descontentos del materialismo y de la injusticia social en que ha caído su raza, la cuarta raza, vendrán a nosotros para ayudar en la conquista de la libertad. ...”
“Raza Cósmica. Misión de la raza iberoamericana”: Vasconcelos, José


El derrumbe de un sueño, algo hallado pasando, resultabas ser tú. Una esponja sin dueño un silbido buscando resultaba ser yo. Cuando se hallan dos balas sobre un campo de guerra algo debe ocurrir que prediga el amor de cabeza hacia el suelo una nube vendrá o estampidas de tiempo los ojos tendrán.
Fue preciso algo siempre y no fue porque tú tenías lazos blancos en la piel tú, tenías precio puesto desde ayer tú, valías cuatro cuños de la ley tú sentada sobre el miedo de correr.
Una buena muchacha de casa decente no puede salir que diría la gente el domingo en la misa si saben de ti que dirían los amigo los viejos vecinos que vienen aquí. Qué dirían las ventanas, tu madre y su hermana y todos los siglos de colonialismo español que no en balde te han hecho cobarde, qué diría Dios sin amas sin la Iglesia y sin la ley. Dios, a quien ya te entregaste en comunión. Dios, que hace eternas las almas de los niños que destrozarán las bombas y el napalm.
El derrumbe de un sueño algo hallado pasando resultaba ser yo. Una esponja sin dueño un silbido buscando resultabas ser tú. Busca amor con anillos y papeles firmados y cuando dejes de amar ten presentes los hijos, no dejes tu esposo, ni una buena casa y si no se resisten, serruchen los bienes que tienes derecho también porque tú, tenías lazos blancos en la piel, tú, tenías precio puesto desde ayer, tú, valías cuatro cuños de la ley, tú sentada sobre el miedo de correr.
La familia, la propiedad privada y el amor: Silvio Rodriguez


“ Se os ha permitido desarrollar cualquier idea para que finalmente escogierais, cuando llegase vuestra hora, al Jardín en lugar de una sala llena de ordenadores y teléfonos móviles. Hasta que no recordéis el Jardín os quedareis sentados en vuestro mundo de plástico y cromo creado a partir de sangre
“Cosmología Pleyadiana”: Bárbara Hand Clow; p. 422




Cuan breve y fugitivo es el reinado que las flores ejercen cuando imperan,
no es menos el alto y preciado honor que en sí los hombres perpetuar esperan,
cada trofeo en sus manos se convierte en símbolo de muerte.

Cantos de Netzahualcoyotl - Vanidad de la gloria humana


Desde la milenaria ciudad atlante, donde los hombres se convierten en dioses surge el llamado para el retorno a lo sagrado, el despertar de lo femenino, de la fe y la intuición.
Es tiempo de romper la cárcel de la luna, de liberar a la mujer, del renacer de la madre tierra.
La prisión abre su puertas temporalmente, la utopía se extiende por todo el planeta, la esperanza crece.
Sin embargo los señores, los hombres, dueños del poder no pretenden ceder su largamente sostenido reinado sin pelear, recurren a sus proyectiles, mortales falos. Llegan hasta el extremo de amenazarnos con sus enormes falos nucleares, norteamericanos y soviéticos en teatral enfrentamiento. Nos muestran una humanidad al borde de la destrucción, haciéndonos tocar nuestros miedos más profundos. Todo con el propósito de someter la rebelión femenina, implantar el terror y hacernos olvidar los ideales, someternos de manera definitiva, evidenciando su poder, evidenciándonos nuestra fragilidad. Paradójicamente todos esos mortales falos son paridos desde femeninas oquedades: bazukas, cañones de pistolas, rifles, tanques o silos nucleares.
Sabedores de que la humanidad no puede sobrevivir sin esperanza, nos implantan la que conviene a sus intereses. Elevan el falo máximo, y el Apolo XI atrapa al consiente colectivo con la falsa promesa de que el camino al cielo, a lo superior, es por la vía de la razón, de la tecnología, del poder material, de lo masculino. El hombre pone su pie sobre la mujer, pisa la luna, y reafirma su condición de superioridad, de predominio. Olvidando que lo que el hombre hace a la madre tierra y a la luna, madre, se lo hace a si mismo.
Los señores, sabedores también de que no es posible detener el nuevo impulso femenino tratan de capitalizarlo a su favor, se permite a la mujer expresar su nueva fuerza, su vitalidad, su rebeldía pero desde el modelo del poder vigente, siendo competitivas, fuertes, en fin masculinizadas. Son ahora mujeres-hombre deportistas olímpicas, y después ejecutivas, jefas, y poco a poco cada vez más van abandonando sus hogares, sus familias como lo hacen los hombres. Se duplica el numero de esclavos disponibles para el sistema, se duplica la fuerza laboral, se enfrentan hombres y mujeres, compiten, el abandono femenino deteriora el seno familiar y los valores de las nuevas generaciones se alteran, abonando aun más el terreno para difundir la falsa promesa de un nuevo modelo para alcanzar un bienestar económico, que nunca llega, pues los señores, los dueños del poder se encargan también de duplicar la ambición, multiplicar el consumo inútil y el despilfarro.
Mientras tanto, algunas mujeres, silenciosas, sagradas, recogiendo el llamado, plasman en esta dimensión el arquetipo de lo femenino con símbolos diversos, con flores, con cantos, con oración. Caminando por rutas sagradas, canales sutiles de energía nutridos por el espíritu divino que conectan al inconsciente colectivo de la humanidad con el alma de la tierra.
Ofrendando al cielo portando sus cálices, sus sahumadores, agradeciendo la oportunidad de ser vehículos de la conciencia divina, enviando hacia la tierra desde su feminidad, cáliz también, sutiles vibraciones, que como notas corren por esas rutas sagradas y penetran a través de los sueños a la humanidad toda, formando la melodía que nos invita al despertar.