Injerto:


“... Con esa profundidad y certeza que tuvo siempre Regina en todos sus juicios, la edecán del 68, definió la naturaleza esencial de lo que fue y significo el mestizaje que dio origen al México de hoy día.
Las naciones, en muchos aspectos, son semejantes a las plantas. En ocasiones requieren de un injerto para renovarse. Es una operación dolorosa y difícil, pero indispensable. Nuestra nación paso por esa dura prueba. Creo que necesitamos entender claramente la auténtica naturaleza de ese proceso, de lo contrario vamos a estar siempre lamentándonos por algo que fue lacerante, pero necesario y beneficioso ...”
“Amor y destino en Palacio Nacional”: Velasco Piña, Antonio; p. 78

“ ... más allá del gran lago existen otros hombres y distintas civilizaciones. El Anahuac está a punto de ser injertado por una de ellas pero la operación necesaria para lograrlo será muy dolorosa y durará mas de 500 años en sanar. ...”
“El prototipo”: Grinberg, Z., Jacobo; p. 72

“... , la razón del injerto no es azarosa. Nosotros mismos los atrajimos, no supimos mantener la abstracción de nuestro compromiso con el cosmos. Recurrimos al sacrificio humano como medio concreto de unión y abrimos así una rendija y una herida en nuestra impecabilidad. ...”
“El Prototipo”: Grinberg, Z., Jacobo; p. 73

... el verdadero prototipo no es una máquina sino el producto de una transfromaciòn colosal de la raza humana
... el verdadero prototipo es el fruto del injerto ...”
“El Prototipo”: Grinberg, Z., Jacobo; p. 113

“¡Cuán distintos los sones de la formación iberoamericana! Semejan el profundo scherzo de una sinfonía infinita y honda: voces que traen acentos de la Atlántida; abismos contenidos en la pupila del hombre rojo, que supo tanto, hace tantos miles de años, y ahora parece que se ha olvidado de todo. Se parece su alma al viejo cenote maya, de aguas verdes, profundas, inmóviles, en el centro del bosque, desde hace tantos siglos que ya ni su leyenda perdura. Y se remueve esta quietud de infinito con la gota que en nuestra sangre pone el negro, ávido de dicha sensual, ebrio de danzas y desenfrenadas lujurias. Asoma también el mogol con el misterio de su ojo oblicuo, que toda cosa la mira conforme a un ángulo extraño, que descubre no sé qué pliegues y dimensiones nuevas. Interviene asimismo la mente clara del blanco, parecida a su tez y a su ensueño. Se revelan estrías judaicas que se escondieron en la sangre castellana desde los días de la cruel expulsión; melancolías del árabe, que son un dejo de la enfermiza sensualidad musulmana; ¿quién no tiene algo de todo esto o no desea tenerlo todo? He ahí al hindú, que también llegará, que ha llegado ya por el espíritu, y aunque es el último en venir parece el más próximo pariente. Tantos que han venido y otros más que vendrán, y así se nos ha de ir haciendo un corazón sensible y ancho que todo lo abarca y contiene, y se conmueve; pero henchido de vigor, impone leyes nuevas al mundo. Y presentimos como otra cabeza, que dispondrá de todos los ángulos, para cumplir el prodigio de superar a la esfera.”
“Raza Cósmica. Misión de la raza iberoamericana”: Vasconcelos, José


“Marcharon a Oriente como cruzados y volvieron a Occidente como Templarios
“Tratado elemental de ciencia oculta”: Papus; p. 211